El estrés es una consecuencia de una serie de reacciones bioquímicas de nuestro organismo que es beneficioso de forma puntual, se utilizaba para cazar, huir y defenderse, hoy en día, un nivel ligero de estrés y puntual nos da la agilidad y energía para resolver nuestros problemas y objetivos del día a día, pero ¿qué pasa cuando se cronifica, es decir, tenemos estrés de forma continua todo el día? Esto provoca una sobrecarga a nivel neuronal, un exceso de adrenalina en el organismo que contrarresta con una subida de cortisol y un consumo mucho mayor de energía y minerales tan esenciales como el magnesio, las consecuencias derivan desde problemas de sueño, cambios de humor, falta de concentración a enfermedades mucho mayores como patologías metabólicas (diabetes, hipercolesterolemia, obesidad, síndrome metabólico, sarcopenia), riesgo cardiovascular elevado (infarto, arritmias, accidentes cerebrovasculares y cardiovasculares…) aumenta considerablemente el riesgo de demencia y enfermedades neurodegenerativas por la acumulación de tóxicos derivados de una sobrecarga mental y de la neuroinflamación y mayor riesgo de cáncer a consecuencia del estrés oxidativo que envejece de forma prematura las células y va dañando el material genético.

Fatiga constante, falta de concentración, problemas para conciliar el sueño, congestión a primera hora del día, problemas intestinales que cursan con periodos de diarrea y estreñimiento, acné, eccemas, herpes… enfermar con frecuencia, dolores de cabeza recurrentes o migraña, dolor articular, muscular, distensión abdominal principalmente después de las comidas. Todos estos síntomas, si se convierten en frecuentes, estamos sufriendo inflamación.

• Asma y alergia (sinusitis, rinitis)
• Gastritis e intestino irritable
• Dolores de cabeza y migraña
• Enfermedades tiroideas
• Resistencia a la insulina y diabetes tipo 2
• Miomas, endometriosis y ovarios poliquísticos
• Problemas crónicos en la piel: acné, rosácea, dermatitis, psoriasis
• Enfermedades autoinmunes
• Enfermedades neurodegenerativas
• Depresión, ansiedad
• Sobrepeso, obesidad
• Cáncer

Estrés moderno, vidas aceleradas, alimentación pobre en nutrientes, alimentos transgénicos, disruptores endocrinos, sedentarismo, insomnio, vida sin luz solar, fármacos, alcohol… el impacto del exposoma en nuestro organismo altera nuestro ambiente celular y microbiano, el estado de ánimo, nivel de energía, vitalidad, favorece el envejecimiento prematuro y esta inflamación de bajo grado, se convierte en la antesala de todas las enfermedades de la sociedad actual.