La salud mental, piedra angular de este tiempo nuevo
Ha sido un honor participar en el Congreso de SEEDO, la organización profesional que se dedica en cuerpo y alma al estudio de la obesidad y, por consiguiente, al diseño de estrategias para neutralizar lo que se ha convertido en una lamentable epidemia no sólo en el mundo económicamente desarrollado, pero bien es verdad que, en éste, golpeando de una manera increíble a los niños.
La cita de Málaga de este pasado fin de semana ha congregado a científicos de uno y otro lado del Atlántico, y si algo ha quedado de manifiesto es que es imposible deslindar la salud física de la mental o emocional; eso por un lado; por otro, que una enfermedad que debe ser considerada como tal, la obesidad, es un factor de riesgo que lleva al cuerpo humano a disponer de muchas menos defensas ante cualquier complicación, con el riesgo que ello acarrea.
Modestamente, y ante un auditorio de un extraordinario nivel, he expuesto lo que entiendo que está sucediendo, un fenómeno del que tengo dudas, sin embargo, de que la opinión pública sea totalmente consciente: los problemas de ansiedad y depresión, de estrés descontrolado, se han disparado como resaca indiscutible de la pandemia del covid-19.
Es algo que debe abordarse en profundidad en los medios de comunicación, para que se tome conciencia real del asunto. Es algo de lo que tienen que ocuparse y preocuparse los poderes públicos y los sistemas sanitarios de países como España, incrementando los recursos disponibles para gestionarlo. Es algo de lo que no podemos abstraernos: porque está en casi cada casa, en cada empresa… y ha venido para quedarse, desgraciadamente, un tiempo.
No se trata de ver lo que ahí fuera está pasando con una mentalidad negativa sino, por el contrario, de mirarlo cara a cara para derrotarlo. Es un contexto complejo. El desafío de la salud mental ha de ser encarado con nuevas herramientas y con un nuevo paradigma que poco o nada tiene que ver con el de hace años. ¡Abramos los ojos! ¡Reaccionemos! En la mano de cada uno de nosotros está.